Había un campesino que tenía unos hermosos manzanos. Un día, cuando estaba cuidando de ellos, observó que uno de sus manzanos tenía las mejores manzanas que habia visto, por su preserncia su arom; tal es así que pensó: Son dignas del Rey.
Este campesino de joven había trabajado en los jardines de palacio, quedando el rey tan complacido por sus servicios que le había regalado las tierras donde el vivía ahora y donde tenía sus árboles frutales.
El campesino, que estaba muy agradecido al rey, pensó:
-Nunca he tenido tiempo de agraderle al rey su generosidad. Voy a ir ahora mismo a llevarle las mejores manzanas de ese árbol.
Dicho y hecho se puso su mejor ropa, cogió un saco que estaba bastante nuevo, cubrió el fondo con paja fresca y puso ahí sus mejores manzanas.
Muy contento fué hasta el palacio del rey, pero, cuando llegó, los guardias lo pararon.
-¡Alto! ¿A donde va usted?
-A ver al rey. Sepan ustedes que yo fuy jardinero aquí hace muchos años, el rey me ragalo mis tierras y he venido a traerle mis mejores manzanas para agradecérselo.
-¿Y usted cree que puede ir así vestido a ver al rey?
-Ésta es mi mejor ropa.
-¿Y usted cree que el rey come manzanas? Tiene cosas mejores que comer, así que no le vamos a dejar entrar.
Ya se iba el campesino muy triste, cuando se abrieron las puertas de palacio y salió un carruaje. En él viajaba la reina.
La reina, cuando vio al antiguo jardinero de palacio, lo conoció y mandó parar el carruaje. Le dijo al campesino:
-¡Cuanto tiempo sin verte! pero ¿que te pasa? ¿por qué estás tan triste?
-Verá mi reina, venía a regalarle mis mejores manzanas al rey, para darle las gracias por las tierras que me concedió con las que he podido tener una buena vida, pero los guardias de la puerta, que no me conocían, no me han dejado entrar.
-¡Dame a mi las manzanas!, que yo se las entregaré al rey de tu parte.
El campesino se puso muy contento ya que sabía que la reina le entregaría las manzanas al rey.
Cuando la reina volvio a palacio tomó las manzanas, las peló, les quito las semillas y preparó con ellas la tarta de manzana que tanto le gustaba al rey. Cuando se terminaba la cena y tocaba el postre, ella misma se la entregó mientras le decía.
-Esta tarta está hecha con las mejores manzanas del antiguo jardinero al que regalaste las tierras y que, agradecido, te las ha enviado, ya que son buenísimas.
Cuando el rey probó la tarta la encontró exisquisita, que mando recompensar al campesino que quedo muy feliz.
Este cuento representa algo más de lo que dice, tomaros un minutito y pensad a quien representa la reina , el rey , el campesino, los soldados y que pueden ser las manzanas…
¿Lo sabeis ya?
El campesino somos cada uno de nostros.
El rey es Dios.
Las manzanas son nuestras buenas obras.
¿La reina es entonces?
La Virgen María, que coge nuestras buena obras y se las presenta a Dios como a el le gustan.
Y los soldados…, es la gente que nos desanima cuando ve nuestras buenas obras, nos dicen: “no van a servir de nada”, “para que molestarse”….
Espero que os haya gustado.
Seguimos esperando que nos enviéis vuestros dibujos de la Virgen María, poemas o canciones… a: catecismodesanpedro@gmail.com