“Yo he sido elegido como un instrumento para dar música, amor y armonía,
decía el famoso Michael Jackson el cantante, compositor y bailarín
estadounidense. Para crear música hace falta talento, para dar amor hay que
tener corazón y para instaurar armonía se requiere inteligencia y sentido dela
belleza. Con más realismo decía la Madre Teresa de Calcuta, la monja albanesa
que recogía niños recién nacidos de los basureros y ancianos moribundos de las
cunetas de la gran urbe india: “Ama hasta que duela. Si te duele es buena señal”
Tenía argumentos y razones sobradas para afirmarlo
“Yo he sido elegido como un instrumento para dar música, amor y armonía,
decía el famoso Michael Jackson el cantante, compositor y bailarín
estadounidense. Para crear música hace falta talento, para dar amor hay que
tener corazón y para instaurar armonía se requiere inteligencia y sentido dela
belleza. Con más realismo decía la Madre Teresa de Calcuta, la monja albanesa
que recogía niños recién nacidos de los basureros y ancianos moribundos de las
cunetas de la gran urbe india: “Ama hasta que duela. Si te duele es buena señal”
Tenía argumentos y razones sobradas para afirmarlo
Es lo que le falta a los amores de hoy, sacrificio. Por eso son tan frágiles y
fugaces y sobre todo egoístas. El test más evidente es el del matrimonio. Es
inaudito que fracasen seis de cada diez matrimonios antes de los diez años de
convivencia. Y estremece el rampante aborto eugenésico. La cultura de hoy
teme y no quiere personas enfermas, débiles, discapacitadas o necesitadas. Los
ricos y pudientes temen a los pobres. Los que tiene trabajo defienden su puesto
y no se preocupan de los que no lo tienen. Es incomprensible como se puede
aceptar sin más una situación con un paro juvenil que supera el 40%. Te deja
sin palabra el ver que jóvenes, ellas y ellos, que han crecido a la sombra de la
parroquia, tienen que marchar lejos en busca de trabajo.
La tarea permanente del cristianismo es crear e introducir “amor real” en la
sociedad. Si queremos llevar a la práctica el Evangelio y deseo de Jesús, los
cristianos tenemos que intentar descubrir las nuevas exigencias del amor al
prójimo; como ya decía San Juan Pablo II: “Crear la cultura del amor”. Amar en
cristiano significa luchar por la dignidad de las personas, por sus derechos,
trabajar por encontrar vínculos de solidaridad, y algo muy importante que todos
podemos hacer: Ofrecer con generosidad parte de nuestro tiempo al servicio de
los más olvidados, integrándonos en algún voluntariado.
El próximo domingo en el evangelio de San Marcos, le plantean a Jesús la gran
pregunta que debiera proponerse toda persona en este mundo: ¿Qué
mandamiento es el primero de todos? Es sabida la respuesta. Amar a Dios y al
prójimos, amar a Dios para poder amar a todo prójimo. Dos en uno! Sin esta
marca de amor no hay progreso. Lo muestra la experiencia milenaria, no es el
poder sino el amor real, con obras, el que humaniza el mundo.