Se ha hecho viral un video creado por el joven canario Wili Suárez sobre la expansión alarmante del maldito Covid19 y la responsabilidad del comportamiento ligero de los jóvenes con sus fiestas nocturnas. En menos de un minuto de duración, este alumno de la escuela de cinematografía canaria, alerta a sus compañeros sobre su incidencia en el contagio a sus mismos familiares. Estando de fiesta, un muchacho, con la mascarilla bajada a en la barbilla y fumando, recibe la llamada de su madre, comunicándole llorosa que la abuela tiene el coranavirus y está muy grave: “no creemos que salga de esta noche”. La pregunta es directa: “¿Tú no habrás ido de fiesta?” El rostro lívido del joven lo dice todo. El corto, titulado +1, realista e impactante, corre a millones por las redes sociales.
Entrevistado en el Canal TRECE DE TV, la periodista Susana le hace esta pregunta: ¿Por qué crees que un sector amplio de la juventud se comporta tan irresponsablemente organizando fiestas y bailes, tan peligrosos para generar contagios. Wili, con naturalidad, le responde que ellos creen que estas normas prohibitivas les quitan el disfrute de la juventud. Vamos que la vida es corta y hay que disfrutarla. Sin pensar más. Es la consecuencia más palpable de la cultura de lo inmediato, de “a vivir que son dos días”. De la vida con luces cortas.
El próximo domingo, con la parábola de las vírgenes invitadas a la boda, cinco prudentes y cinco descuidadas y necias que se quedaron sin combustible para sus lámparas, Jesús nos invita a encender las luces largas. Y vivir la vida con más sentido, con más esperanza, como un don del que tenemos que dar cuentas, a Dios sin duda, pero ahora también a la sociedad.