«Cada vez que celebramos la Navidad, queremos dar gracias por ese gesto de un Dios que se ha hecho uno de nosotros», afirma, «para que donde hay oscuridad, pueda brillar una luz distinta; donde hay frío, pueda haber calidez y entraña y donde hay miedo y susto pueda renacer siempre la esperanza». «Desde aquí –dice– yo quiero desear una feliz Navidad, una Navidad no confinada, una Navidad que sabe de esperanza, esa que siempre nos regala Dios; un Dios que ha querido nacer en una familia, como es el título y el nombre de este colegio: la Sagrada Familia».