Los pecados son como piedras que llevamos en el corazón

El primer paso para la confesión es revisar nuestro comportamiento, pensando en lo que Jesús espera de nosotros y lo que nosotros hemos hecho mal o no hemos hecho bien.

Jesús espera de sus amig@s lo mejor. Cuando cometemos pecados, él siempre nos perdona si se lo pedimos. La forma de pedirle perdón es celebrar el Sacramento de la Penitencia. En el sacerdote se hace presente Jesús para perdonarte y animarte a cambiar y mejorar tu comportamiento.

.Para ello debemos hacer el examen de conciencia. La mejor manera de  hacer es repasando los mandamientos de la ley de Dios.

Examen de conciencia

Antes de empezar a hacer el examen de conciencia le pido ayuda a Dios para que me ayude a encontrar lo que hago mal y, por ello, le han podido ofender y no está contento de mí.

Pienso en los actos o comportamientos que he hecho mal y que me han alejado de Él: esos son mis pecados y debo arrepentirme de ellos. Me puedo ayudar a revisar haciéndome las siguientes preguntas.

¿He rezado mis oraciones al levantarme y acostarme? Si soy amig@ de Jesús debo hablar con él todos los días.

¿He ido a misa los domingos? El domingo es el día de su Jesús y la misa su fiesta a la que me invita siempre.

¿He pronunciado  el nombre de Dios de malas maneras? Dios merece todo mi respeto, es mi creador.

¿Me he distraído voluntariamente en misa o en la Iglesia?

¿He ayudado en casa? ¿Obedezco a mis padres? ¿Los hago felices o les doy disgustos?

¿He sido egoísta o he tratado a mis padres y hermanos con poco cariño?

Lo profesores son mis educadores y me ayudan a crecer, ¿les respeto y obedezco?

¿Ayudo a mis compañer@s? ¿He compartido mis juguetes con los demás?

¿He sido impaciente? ¿Me he enfadado fácilmente y me dejo llevar por el mal carácter?

¿He sido caprichoso o pesado para que las cosas se hicieran como yo quiero? ¿soy rencoros@ , o perdono enseguida?

¿Pierdo el tiempo en clase? ¿Me dejo arratrar por la vagancia?

¿He hecho mis deberes lo mejor que puedo? ¿He copiado en los exámenes?

¿Me he peleado?

¿He hecho daño a alguna persona hablando mal de ella?

¿He dicho mentiras?

¿He robado algo? ¿He cogido algo que no era mía sinpermiso?

 ¿He estropeado alguna cosa que no era mía a propósito?

¿He dado buen ejemplo?

¿He animado a otros a que hicieran cosas malas?

¿He sido egoísta de pensamiento o de obra?

¿He tenido envidia o celos de otros?

¿He excluido a alguien de mis juegos?

¿He rezado por los demás y les he ayudado para que estén más cerca de Dios?

Al finalizar el examen de conciencia, mira a ver  3 o 4 cosas concretas que sean las que más de alejen de Jesús. Esas son las que dices en la confesión.

Pido perdón de mis pecados que son estos:

1º…………………

2º…………………….

3º…………………………

Cuando me vaya a confesar

La confesión no deja de ser el diálogo del perdón. Comienza con un saludo:

Te acercas al confesonario  y dices:

– AVE MARÍA PURISIMA

-Sacerdote: SIN PECADO CONCEBIDA.

Después puedes hacer la señal de la cruz e iniciar esta especie de diálogo:

Dices: Hace …. Tanto tiempo que no me confieso. Como es la primera confesión, dices:

“Es la primera vez que me confiesoY mis pecados son estos:

1º………………………

2º…………………….

3º……………………….

 Si no nos acordamos, nos quedamos en blanco, o no sabemos cómo hacerlo, podemos pedir ayuda al sacerdote y él, gustosamente, lo hará, por ejemplo, repasando los mandamientos.

Una vez que se han dicho los pecados y se ha pedido, con dolor de corazón, perdón por ellos, el sacerdote suele dar algún consejo y pone la penitencia, es decir, alguna oración, o algo que el penitente tiene que cumplir para reparar el mal que hemos causado.

Para terminar, el sacerdote te da la absolución, es decir, el perdón de los pecados, y lo hace en nombre de Dios. Aunque es una oración muy bonita la que dice, lo más importante es la fórmula:

-Sacerdote, poniendo la mano sobre tu cabeza para indicar que viene sobre ti el Espíritu de Jesús y haciendo una cruz, te dice:

YO TE ABSUELVO DE TUS PECADOS EN EL NOMBRE DEL PADRE, Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO.

-Respondes: AMÉN.

Después de esto ya ha terminado la confesión y el sacerdote le dice alguna fórmula de despedida:

-Sacerdote: PUEDES IR EN PAZ, o VETE CONTENTO Y EN PAZ.

El penitente se marcha y reza la oración que le ha impuesto como penitencia.

De esta manera tiene lugar el encuentro con Dios que es pura misericordia y que, como Padre bueno, nos perdona; si acudimos a Él para pedirle perdón, siendo humildes y sinceros.