Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia

Este es el sermón con el que el galardonado sacerdote, Fernando Fueyo García, con el premio “San Pedro 2019” nos regaló en la misa de la festividad:

Piedra: esta palabra me trae recuerdos gozosos de mi estancia en Burundi donde seguimos trabajando a distancia y por allí andan estos días miembros de la ONG SOS Burundi para culminar un proyecto financiado por el ayuntamiento de Gijón. El que llega a nuestra misión de Ntita se encuentra, y Javier es testigo, con un montón, casi montaña, de piedras. Las traen en la cabeza los cristianos o catecúmenos que vienParroquia de San Pedroen a la catequesis, alfabetización, misa…  Se utilizarán para los cimientos de las construcciones: escuelas, dispensarios, capillas… Cuando se va a iniciar una nueva obra, nuestro querido Yohan, albañil jefe, ya fallecido, pasa un buen rato seleccionando lo que será piedra angular y una vez elegida todavía la mira y remira. Elimina alguna arista y se pone mano a la obra con su anticuado nivel. Así eligió el señor Jesús a Pedro, como Piedra. Desde el encuentro a la orilla del lago hasta la despedida en el mismo escenario, pasarán tres años en que el maestro va moldeando al discípulo, corrigiendo defectos y potenciando virtudes. Pedro es frágil, de barro, no de bronce como la estatua desgastada de tantos besos que se venera en la basílica de San Pedro, a la derecha después de La Piedad de Miguel Ángel.

Era valiente, tirandParroquia de San Pedroo de espada en Getsemaní, y cobarde negando por tres veces su pertenencia al grupo de amigos de Jesús. Con ramalazos de grandón, en  lenguaje playu, bocazas, “aunque todos yo no” y muestras  de humildad  “apártate  de mí que soy un pecador”. Profesión de fe rotunda: Tú eres Cristo, el hijo de Dios vivo, y titubeos “hombre de poca fe por qué has titubeado”. Confianza “mándame ir a ti andando sobre el agua ” y miedo “sálvame,  que me ahogo”. Interesado personalmente  o como portavoz del grupo y desprendido, “lo hemos dejado todo y te hemos seguido, ¿Qué recompensa tendremos?”

En  algún. momento  el discípulo  quiere  corregir  al  maestro:”lejos de ti” ” eso no puede pasarte a ti”, y la corrección seria y amorosa  al  mismo  tiempo  “apártate  de mí Satanás, tú piensas como los hombres  no como  Dios”.”Te seguiré  a donde  quiera  que vayas”. “Aunque tenga que morir contigo no te negaré” y la cura de humildad “me negarás tres veces.”

Pedro en contacto con Jesús se va transformando, no solo cambia de nombre, Simón de Betsaida y Pedro de Cafarnaúm, sino que va cambiando de actitud. Ese cambio de actitud aparece  sobre todo en el libro de Hechos de los Apóstoles  en su relación con  Pablo  Hay  que  hablar  de  él,  San. Pablo,  que  no  sólo  festejamos  aquí San  Pedro a  la orilla, del mar,  que  enseguida bendeciremos  con  los  que  libremente quieran acompañarnos, sino también allí arriba en el polígono de Pumarín, nos unimos a ellos en esta fiesta común de Pedro y Pablo.

Pedro y Pablo, columnas inseparables en el nacimiento de la Iglesia como escucharemos en el prefacio. Pedro es corto de miras con horizontes pequeños pensando en un Mesías en exclusiva para los judíos. Pablo es más abierto y universalista y aunque entre ellos hubo sus más  y sus  menos,  -casi casi llegaron  a  las manos-. Pedro se hará más abierto y las dos posturas se complementarán. Jesús trae la salvación a los Judíos, los de cerca, pero también para los de lejos,  la otra  gente, los gentiles. La Iglesia que rompe límites en operación salida. Usando un símil deportivo, tendrá que jugar en casa y fuera. Jesús se preocupa y cuida con mimo a Pedro preparándolo para la tarea que le encomienda: pescador  de hombres  y pastor de sus ovejas. He rogado por ti para que no te falte la fe y ayudes a tus hermanos a permanecer fieles.Parroquia de San Pedro

Como aplicación práctica de esta fiesta, cabe preguntarnos si también nosotros crecemos  como  discípulos  quitando  lo que  nos  sobra  y añadiendo lo que nos  nos  falta. Testigos a pesar de las dificultades, perseverantes en la tarea, sin  arrojar  la toalla, tanto lejos, si toca, pero sobre todo cerca, en el contexto en el que nos movemos a diario. Miramos a Pedro y si lo hemos imitado en las sombras: traiciones, egoísmos, cobardías … que se nos contagie algo de sus luces: desprendido, líder, testigo unido confiadamente a Jesús y fiel hasta la muerte.

Hay una antigua película de nuestra infancia que tiene a Pedro como protagonista: Desanimado se marcha de Roma y se encuentra con Jesús que le pregunta “Quo Vadis” a Dónde Vas. Y Pedro da la vuelta confortado con la presencia del Señor. Y decimos con Pedro, Señor a quién iremos, solo tu tienes palabras de vida eterna.y también Señor tu lo sabes todo y ¿Tú sabes que te amo?