Seguimos visionando en la televisión el fenómeno natural de la erupción del
volcán en la isla de La Palma. Pero siempre acompañado de la tragedia en la que
se han visto involucradas tantas familias que han perdido sus casas y haciendas
que nos cuentan y lamentas entre sollozos y lágrimas. Estas situaciones
despiertan y levantan un gran movimiento de solidaridad y de caridad. Así ha
sido en este caso. Personas, asociaciones e instituciones públicas han acudido
pronto en socorro y ayuda a los afectados.
Este conjunto de actitudes y sentimientos, de justicia y de amor, de humanidad y compasión, no debiera de ser ocasional sino estar en todos permanentemente vivo y activo. Esla única forma de vivir con dignidad, “frateelli tuti”, todos como hermanos que ocupamos y disfrutamos la misma casa común.
Desde hace tiempo se vine dando la voz de alarma del creciente paro juvenil. Se acerca al 40% en los menores de 25 años. En España tiene signo de ser una carencia endémica. No se arregla con subvenciones. Es el trabajo lo que dignifica a la persona. La limosna debe ser ocasional
Caritas acaba de lanzar un nuevo grito de alerta. Informa con números de la muy acreditada Fundación FOESSA que la “pobreza se ha convertido en un fenómeno estructural” de nuestro país como consecuencia de las últimas crisis económicas y de la pandemia, que ha aumentado en más de 2,5 millones y medio las personas hundidas en la pobreza.
La solidaridad y la caridad juntas nos deben hacer tomas conciencia, de que además de poner nuestro grano de arena y compartir con ellos algo de lo nuestro, es necesario reclamar de os gobernantes más dedicación a estos problemas vitales y no distraernos con fruslerías o conveniencias de poder y de partido
El próximo domingo, en el evangelio de San Marcos, nos cuenta la petición de aquel que buscaba salvarse. Era buena persona, pero Jesús le dijo que tenía que preocuparse y comprometerse más con los pobres y necesitados. Se dio media vuelta. No podemos imitarle. Por “Fratelli tuti” nos toca levantar la voz y poner la mano.